San Sebastian 1813 – 2013

Posted: July 24, 2013 in Basques, History
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I will make the short journey to San Sebastian at the end of August to be there for the commemorative events being held to mark the 200th anniversary of the rebuilding of the town. It’s sad that most British people don’t know the story of the town’s rape and destruction by British and Portuguese troops in 1813. If you don’t too then maybe you might read my previous article (click here). One rather nice website , written by a resident of the town, puts it thus:

In 2013 we commemorate the bicentennial of the decision to rebuild and reestablish the city of San Sebastian, after the burning, looting, assault and destruction of the city by the Anglo-Portuguese troops, in a tragic episode of the Napoleonic Wars, the 31 th August, 1813.

It continues:

In 1808, during the Napoleonic Wars, the French troops occupy San Sebastian. They will remain in our city until September 8, 1813. Two years earlier, in 1806, Godoy, favorite of Charles IV, had signed a secret pact with the emperor of France, Napoleon Bonaparte, which allowed the entry of the French army in the Iberian Peninsula, to the joint invasion of Portugal, ally of the British. But Napoleon used this right of way to invade Spain and placed on the throne to his brother Joseph Bonaparte. Spain decided to align with English and Portuguese against the imperialism of France. According to the testimonies of the time, during the five years that the French remained in San Sebastian the treatment to donostiarras was cordial. On 24 June 1813 the French General Emmanuel Rey, newly appointed governor of the place, is informed that his country’s army flees in disarray after his defeat at Vitoria against the Anglo-Portuguese troops led by the Duke of Wellington. Many soldiers took refuge in San Sebastian and, fearing an Allied attack, Rey ordered the evacuation of the population. Some 2,250 people (half the population intramural) left the walled city.

After two assaults, the citizens of San Sebastian went out to meet the allied troops, who were part of the volunteer soldiers from different countries, confident that the suffering had experienced was over. But the testimonies of the time reflected an unusual violence against neighbors, theft, murder, arson and rape for several days. The Allied bombing continued from the batteries of the gap and finally on September 8 the French surrendered after 59 days of siege.

On 8 and 9 September municipal representatives, clergy, merchants, traders and inhabitants of San Sebastian met at Aizpurua solar house, in the neighborhood of Zubieta to decide the future of the city. On September 10, they returned to the city and set up the Town Hall at number 40 in the only street that remained standing, that of the Trinity.

The author is being very restrained here I think, as you can see if you read my earlier article. Dozens of witness statements were taken from survivors of these tragic events. For those of you who can read Spanish I include just a few:

Fragmentos de las declaraciones testificales juradas procedentes de la Información instruida en noviembre de 1813 sobre la conducta observada por las tropas aliadas en el asalto de Donostia (días 31 de agosto y siguientes):

DON PEDRO JOSE DE BELDARRAIN. Regidor del Ayuntamiento constitucional de esta ciudad testigo presentado y jurado siendo examinado al tenor del interrogatorio declaró como sigue: Al primero dixo que a cosa de las dos de la tarde del treinta y uno de Agosto vió entrar a los aliados por su calle quienes al momento dexando de perseguir a los Franceses y hallandose aun estos en el Pueblo empezaron a disparar a todos los Balcones Ventanas y Puertas y habiendo subido a las casas después de beber y comer quanto encontraban en términos que al deponente le bebieron mas de quatrocientas botellas de Vino y licores empezaron a saquear y a pedir dinero a las personas maltratándolas e hiriendolas a culatazos y bayonetazos como sucedio al deponente que habiendo salido a la calle huyendo del mal trato que le daban despues de haber repartido mas de ochenta escudos de oro le agarraron unos Soldados Ingleses y Portugueses le arrancaron el Pañuelo del cuello, chaleco, tirantes y le soltaron los calzones registrandole cuanto cubren estos y ultimamente le derribaron al suelo a culatazos dexandole casi sin sentido de modo que estubo tendido en el suelo un quarto de hora pisado por varios soldados que pasaban por la calle y le dejaban por muerto: que volvió a su casa donde había muchas mugeres refugiadas y despues que saquearon quanto había se echaron sobre ellas, violaron a las mas entre ellas a una anciana de setenta y seis años que la gozaron mas de doce: que el deponente dio ocho duros a ocho Soldados para librar de esta violencia a una muchacha de once años hija de un Vecino suio y aunque logró en aquel momento el librarla habiendo vuelto otra vez algunos de los primeros la violaron por fin. QUE era rara la muger que se libertaba de este insulto a no ser las que se escondieron en los comunes y subian a los texados: que una muchacha con su Madre ambas vecinas del testigo después de haber estado algunas horas en el comun de la casa de la Viuda de Echeverria se presentaron en casa del Deponente llenas de inmundicia hasta el pescuezo y aun en este estado dos Oficiales Ingleses violaron a la muchacha: que la muger e hija del testigo se libertaron subiendo al texado desde donde huyendo del fuego pasaron de texado en texado al quartel de enfrente de la carcel vieja que estaba desocupado y cerrado de modo que quando la mañana siguiente salió el testigo ignoraba el paradero de ellas: que la noche del treinta y uno fué la mas horrorosa que puede explicarse en la que no se oian mas que ayes lastimosos de mugeres que eran violadas y tiros que se disparaban en las mismas Casas como lo hicieron en la del testigo quien salió de la ciudad quando hallo a su muger e hija entre quatro y cinco de la tarde del día primero de septiembre admirado del mal trato que le dieron a los vecinos y de los abrazos y señales de amistad con que recivieron a los Franceses cogidos con las armas en las manos tratandoles de camaradas y dandoles de beber de sus cornetas siendo asi que todo el vecindario a los Ingleses y Portugueses hechos Prisioneros el veinte y cinco de Julio los socorrió con chalecos, camisas, camas, vino, chocolate, Vizcochos con cuya recoleccion corrió el testigo a una con los Individuos del Ayuntamiento y aun se les socorria con limosnas quando les encontraban en la calle empleados en los trabajos en que les ocuparon los Franceses. Al segundo dixo que no es facil averiguar el número de los muertos ya porque muchas personas heridas se abrasaron en las casas ya por la dispersion total de las familias de esta ciudad de las que muchos Individuos van muriendo a resulta de los sustos y mal trato.

DON MANUEL ANGEL DE IRARRAMENDI, vecino de esta ciudad testigo presentado y jurado siendo examinado al tenor del interrogatorio declaro como sigue: Al primero dixo que de la ventana de su casa número 292 vió que a las dos de la tarde del día treinta y uno de Agosto estaban defendiendo los franceses la entrada a la calle de Embeltran y que el General Rey desde la Puerta de la Casa de D. Miguel Joaquin de Lardizabal les exhortaba y animaba a la defensa: que de alli a rato derribaron los aliados la Barriqueria y penetraron en dicha calle siguiendo a los franceses hasta la otra esquina y entrada de la de San Gerónimo: que alli hicieron de seis a siete prisioneros franceses heridos que no podian correr: que el General Rey y la tropa Francesa se dirigieron al castillo por dicha calle de San Gerónimo en donde si los hubieran perseguido los aliados seguramente antes de llegar a la mitad de la calle hubieran hecho Prisionero al General Frances por la pesadez y torpeza con que caminaba pero lejos de hacerlo asi se contentaron con entrar en la primera calle por la parte de la Plaza vieja que es la referida de Embeltran y comenzaron a derribar las Puertas y tiendas de las casas: que el declarante se hallava en la suya perteneciente al Conde de Peñaflorida donde entraron quince soldados ocho Ingleses y siete Portugueses a los quales el declarante lleno de gozo salió a recibirles como a libertadores del yugo Frances pero quando esperaba iguales demostraciones de parte de ellos se halló sorprendido con dos fusiles puestos en arma y apuntandole le digeron “nosotros venimos aquí por dinero y no a otra cosa, venga pronto sino te matamos” y habiendole dicho que no tenia le hicieron en la primera habitacion y rompiendo los Baules y demas piezas donde tenia sus efectos se los robaron todos: que otros once volvieron a luego que salieron aquellos llevaron al testigo a las habitaciones altas de la misma Casa sacudiendole culatazos rompieron en la quarta habitacion dos Baules grandes pertenecientes a D. Xavier Maria Argaiz de donde extrageron muchas piezas de plata labrada y ropas de gran valor: un sargento de cazadores Portugueses dixo a un soldado Ingles que aquella era casa rica y que en ella debia haber mucho dinero y mirando al testigo dixo este indigno lo tiene escondido si no te dice donde lo tiene matalo: que en conseqüencia le agarró el Ingles y sacandole a la escalera le dixo que declarase donde tenia escondido el dinero y respondidole que no había dinero en casa le disparo un tiro a quemarropa de modo que la bala le pasó por entre las Piernas: que pudo libertarse de ellos huyendo a la primera habitación donde a la media hora volvieron a entrar otros cinco de ellos tres Ingleses y dos Portugueses que estubieron la primera vez: estos igualmente comenzaron a hacer las mismas insinuaciones y amenazas: cogieron a la criada Francisca Zubelzu y le arran caron diez y siete duros que tenia: al declarante obligaron a entrar en un quarto donde había tres baules el uno Verde perteneciente a Dª Xaviera de Munibe rompieron y quando vieron había alhajas de oro un soldado le dijo disparandole “bueno bueno tu has escondido muchas cosas sin decir donde estan y tambien tienes el dinero guardado, venga pronto y hasta tanto no sales de este Sitio” que en conseqüencia se colocó haciendo Guardia en la Puerta: que los otros quatro arrimando los Fusiles a la Pared se echaron sobre las alhajas viendo lo qual el declarante dio un rempujon al soldado de la Puerta y pudo escaparse: que le siguieron dos y al tiempo que cogio la calle le dispararon un tiro y la bala le pasó junto a la oreja derecha: que pudo entrar huyendo en la casa núm. 297 que habitaba José Larrañaga de oficio chocolatero hombre bien acomodado y los dos que siguieron al testigo tropezaron con Larrañaga y despues que le sacaron seis onzas en oro y el relox le mataron porque no daba mas.

DON JOSE MANUEL DE BARACEARTE vecino y del comercio de esta Plaza testigo presentado y jurado siendo examinado al tenor del interrogatorio declaró como sigue: Al primero dixo que el treinta y uno de Agosto a las once de la mañana rompio el fuego para el asalto y a las dos de la tarde se hallavan ya los aliados en la calle del testigo que es la del Puyuelo manteniendose el testigo en su casa con todas las Puertas cerradas: que entraron gritando Urra Urra y luego pidieron a los habitantes vino y agua y todos los vecinos salieron a darles quanto pidieron y despues de haber refrescado se reunieron todos en la Plaza al son de una trompeta y al instante se esparcieron todos a tocar las Puertas y tirar tiros a las ventanas: que tambien tiraron a las del testigo y le gritaron baxase con la llave a abrir la Puerta: que baxó al instante con una mujer y a luego que le sintieron y antes de abrir la Puerta le dispararon varios balazos desde el ahugero de la llave y los resquicios de modo que la mujer que le acompañara fué herida en un pie y atemorizados ambos no se resolvieron a abrir la Puerta pero a poco rato se atrevio el deponente a abrir la del Almacen y a penas le vieron los aliados quando agarrandole entre varios le despojaron de quanto llevava le soltaron los calzones le quitaron los Zapatos arrancandole hasta unas reliquias que trahia colgadas al pecho debaxo de la Camisa dexandole quasi en cueros lo mismo que a su muger: que en seguida le hicieron subir a sus habitaciones y le rompieron escritorios, armarios, arcas y quantos muebles había llevándose quanto en ellos encontraron y habiendo consumido la tarde en este saqueo quedaron muchos de ellos en su Casa a la noche y le mandaron poner cena y en efecto les dio dos perniles dos grandes panes un queso de Holanda todo el vino que tenia en casa y por postre quatro botellas de ron de a seis chiquitos cada una: que quando despacharon esta cena le pidieron mas y como no tenia que darles le quisieron matar poniendole el fusil al pecho con el gatillo levantado varias veces hiriendole gravemente la cabeza de modo que aun conserva las manchas de la Sangre que vertió de ella en el Pañuelo que tenia puesto al cuello. Que luego se echaron sobre toda su familia y sobre otras dos que se refugiaron a casa del deponente y hallandose todas apiñadas en un punto disparó un soldado sobre todos sin que hubiese herido a ninguno por milagro. Que fue tal el terror que causó esto a un vecino suio que se hallaba en casa del testigo con toda su familia que abandonandola huyo azia el comun y levantando la caxa se metio en el. Que a luego intimaron que habían de gozar a todas las mugeres amenazandolas de muerte si no consentian y por evitarla tubieron que sufrir todas esta afrenta públicamente en la sala delante de todos: que luego pretendieron dormir con ellas y lograron tambien por fuerza. Por último llegó hasta tanto el desenfreno y la barbarie que un Portugues obligó al testigo a presenciar con una Vela encendida en la mano el acto Vergonzoso e ignominioso de gozar a todas las mugeres de su casa y de las familias refugiadas en ella como lo hizo en un buen rato y al cabo se retiró y paso a las habitaciones de arriva donde viendo los mismos desordenes y hallando continuos riesgos de perder la vida volvió otra vez a la suia. Que llegó la atrocidad y feroz conducta de estos hombres al increible punto de tomar entre dos a un hijo suio de edad de tres años y quererlo partir en dos piezas, y lo hubieran executado a no haber intercedido otro soldado mas racional que compadecido representó a sus bárbaros camaradas quan blanco y hermoso era el Niño y los desarmó y le dexaron vivo el qual ha quedado tan atemorizado desde entonces que aun en el día viendo a un soldado Inglés o Portugues huye despavorido y se esconde en cualquier rincon. Que toda aquella noche fue la mas horrorosa que puede pintarse asi en casa del testigo como en todas las vecindades en donde no se oian mas que ayes, gritos, lamentos y tiros. Que a la madrugada le dixeron sus feroces huespedes que Grabados de Donostia-San Sebastián. En el superior, vista desde el castillo de la Mota. Obsérvese en primer plano, a izda., la campana para toque de alarma; en el central, vista desde Gros (margen dcha. del río Urumea) en 1838. El puente aparece protegido con dos puertas; en el inferior, vista desde el convento de San Francisco en mayo de 1836. El río se cruza por un puente provisional sobre barcazas. tenían orden de atacar al castillo a las seis de la mañana y oyo trataban entre ellos de matar a todos los de la familia diciendo que se hallaban con orden del General Castaños para pasar a todos a cuchillo y que antes de subir al castillo habían de poner en execucion esta orden. Que temeroso de la muerte huyo a casa de un vecino a donde llegó tambien su muger y alli halló otras varias familias refugiadas al abrigo de un oficial y entre ellas muchos heridos y maltratados y se mantuvieron en aquella casa hasta que se supo por el señor Alcalde Bengoechea que había libertad de Salir fuera de la Plaza como lo executaron todos desarropados en medio de un montón de familias que presentaban el espectáculo mas triste y horroroso. Que al mismo tiempo que se dió este trato tan cruel a los habitantes y vecinos vio dar quartel a los Franceses que fueron cogidos en su calle y tratarlos con la mayor humanidad pues los vió pasearse con los brazos cruzados con los aliados, debiendo esperar mejor trato los vecinos por ser Españoles y por haber tratado a los Prisioneros Ingleses y Portugueses que fueron cogidos en el primer asalto del veinte y cinco de Julio como a hermanos suios, pues asi el Ayuntamiento como todos los particulares les dieron todo genero de auxilios. Al segundo dixo que los muertos que recuerda son el Beneficiado Goycoechea, dos chocolateros cuyos nombres no recuerda. D.ª Xaviera Artola, Jeanora, Vicente Oyanarte, Juan Navarro, D. Martin Altuna, Pedro Cipitria, D. José Miguel de Magra que fué tirado de un Balcon la suegra de Echaniz. una muchacha que fué pasada con dos balas por los pechos y otros muchos que fueron muertos y heridos que no recuerda. Al tercero dixo que no había fuego alguno en la Ciudad quando entraron los aliados ni algunas horas despues que se retiraron los Franceses al castillo ni se notó hasta el anochecer del treinta y uno en que desde la ventana de su casa vió que los aliados pusieron fuego por la tienda a la Casa de la Viuda de Echeverria o Soto con algunos mixtos segun la prontitud con que se esparció el fuego: que temió que desde ella pasarian a dar fuego a la del deponente pero desde la de Soto pasaron a incendiar la de la esquina de enfrente que es propia de D. José Maria de Leizaur cuya Inquilina Bautista de Lecuona ha muerto del susto. Al quarto dixo que se remite a lo que ha contextado al capitulo precedente añadiendo que concluida la quema de la calle mayor incendiaron las casas del Puyuelo y últimamente las de enfrente del muelle ocupandose en esta operación Artilleros Ingleses acompañados de Portugueses y empleando mixtos.

A la una de la madrugada llegaron tres Portugueses diciendo que no trahian otro objeto que el gozar a las muchachas las quales habiendo oído esto se metieron en un rincon de la alcoba muy disimulado y habiendoles dicho que no había en aquella casa mas que las dos viejas y el declarante les quisieron matar sacando a ese fin las Bayonetas a cuyo tiempo llego otro que les disuadio diciendo que aquella tarde habían robado quanto había en aquella Casa y con tanto se fueron: que a las Ves sintió el testigo unos espantosos gritos y chillidos de mugeres en la esquina de la calle de San Geronimo y habiendose asomado a l Ventana quando amanecio vió a una moza amarrada a una Barrica de dicha Esquina que estaba en cueros y toda ella ensangrentada con una Bayoneta que tenia atravesada y metida por la misma oficina de la generacion y que varios Ingleses estaban a su alrededor espectaculo que le llenó de horror y espanto: que a las siete volvio a salir a la ventana y no existia ya entonces el cadaver de dicha muchacha que habiendo visto en aquella hora a los dos Señores Alcaldes y Regidor Armendariz con quienes se incorporó y habiendole dicho el Alcalde Bengoechea que ellos iban a tomar disposiciones para cortar el fuego y que el testigo fuese a consolar a su mujer que se hallaba donde estaba alojado el General Ingles llorando porque le creía muerto paso allí inmediatamente y vió que estaban almorzando los criados del General y habiendole preguntado un sargento Ingles que estaba allí y hablaba bien el castellano qual era el motivo de su afliccion le contestó que ellos lo eran por el saqueo y demas atrocidades que estaban cometiendo, a lo que respondió el Sargento que no tenia culpa la tropa sino quien la autorizaba, a lo qual repuso el testigo que si seguian ese sistema y conducta en España seria la sepultura de ellos y con tanto cesó la conversacion. Que a las diez de la mañana salió el testigo de la ciudad con su familia y otras muchas personas entre las que vió varias heridas que no puede citar por no saber sus nombres y apellidos y solo recuerda de Juana Arzuaga moza soltera de diez y siete años que fué herida en el brazo derecho por una bala de fusil que le disparó un Inglés porque se escapó de casa quando vio le querian matar a su Padre.

Algunos infelices que dieron poco por que no tenían mas fueron maltratados a culatazos pinchadas con las puntas de las bayonetas sin hacerles graves heridas reciviendo este trato de aquellos soldados que se presentaban con aire mas sereno y pacifico pues que otros mas coléricos e inhumanos saludaron con balazos a los que les abrieron las Puertas haciendo lo mismo con los que hallaron en las habitaciones siendo uno de los muertos de este modo Bemardo Campos que cuidaba en la Plaza nueva de una casa correspondiente a D. Manuel de Arambarri que estaba a cargo del deponente habiendo a la muger de dicho Campos atravesado el brazo de un bayonetazo: que al mismo testigo un soldado Portugues le disparó un tiro a quema ropa porque tardo un corto momento en subir desde media escalera a su habitacion a donde le gritaban ocho o diez que le tenían cercado subiese a dar dinero: que algunos Oficiales le sacaron de pronto de este peligro pero luego le dexaron y apenas notaron los soldados la salida de los oficiales volvieron a romper la Puerta en cuyo apuro Salió al Balcon a implorar el auxilío de un oficial y estando hablando con uno que pasaba por la calle le dispararon otro tiro desde el Balcon de enfrente que era la misma casa donde fue muerto el citado Campos cuya muger huyó herida y desde entonces quedaron dueños de la casa algunos soldados Ingleses y Portugueses que a la vista del cadaver de Campos muerto por ellos mismos estaban sentados en la Sala despachando algunas Botellas de aguardiente y disparando tiros desde el Balcon a donde se les antojaba. Que lo mismo que experimentó el testigo sucedia en todas las Vecindades con mas o menos barbarie. Que al anochecer de este día treinta y uno de Agosto tubo que abandonar la casa y, refugiarse a una con su madre hermanas y otras varias familias a otra donde llevaron para su custodia a un oficial joven Hannoveriano sugeto de excelentes sentimientos el qual a pesar de su firmeza estubo a pique de ser muerto por unos Pottugueses en la casa del testigo. Que desde que cayeron las sombras de la noche por momentos fue en aumento el desenfreno de los soldados quienes con la continuacion de hacer mal y beber mucho se transformaron en brutos feroces. En conseqüencia la noche fue horrorosa: no se oian mas que gritos y exclamaciones dolorosas de Varias personas acongojadas que sufrian las mayores crueldades. Que notó en su vecindad por )a parte del Patio que despues de haber sido robada maltratada y violada el ama de la Panaderia llamada Francisca de Bengoechea continuaban a las dos y media de la mañana azotando a la criada muger casada de quarenta y cinco años para que descubriese el dinero escondido o secreto que no había: que en todas las demás casas de la Plaza y sus alrededores se oian lastimosos ayes, lloros y chillidos de mugeres que imploraban el auxilio de los vecinos inmediatos a quienes llamaban con sus nombres para que las libertasen de las manos de los Soldados que las hacian sufrir un martirio continuo hasta el extremo de violarlas golpeandolas enseguida y herido y dado muerte a algunas despues de Zaciar su brutal lascivia como lo hicieron con una muchacha en casa del comerciante Ezeiza y en el Zaguan de la casa de cardon con tres jovenes que fueron arrojadas a la Bodega despues de violadas y en ella han sido consumidas por las llamas. Que la mañana siguiente primero de Septiembre la mayor parte del Vecindario despavorida y fuera de si con las muertes, heridas, saqueo y ultrages que habían sufrido la noche anterior, pidió licencia para salir por medio de los Alcaldes y conseguida salió el deponente con su familia a eso del medio día y con el casi todos los vecinos, todos aturdidos, alelados, muchos descalzos, otros medio desnudos, muchisimos y aun mugeres herida y golpeados, algunas madres a quienes faltaba su hijo e hijos a quienes faltaban sus Padres.

El declarante que vio que los aliados estaban saqueando la casa de Armendariz se encaminó para la suia con un pañuelo blanco en la mano con el objeto de ver si podía libertarla: que en el tránsito observó que estavan no pudiendo abrir las Puertas de los comerciantes Barandiaran y Queheille tirando tiros y mas tiros y que las demás estaban saqueando: que un poco antes de llegar a la suya entraron en ella los aliados rompiendo las Puertas del Almacen y habiendose presentado en el le agarraron inmediatamente entre todos con sables y Bayonetas en las manos diciendole que les diese dinero y que de lo contrario le quitarian la Vida alli mismo; entonces les contexto que no tenia peto que tomasen todo quanto encontrasen en casa: que poco satisfechos con esta respuesta volvieron a reiterarle con la misma amenaza de muerte que les enseñase donde lo tenia enterrado y respondido que en ninguna parte principiaron a maltratarle y le quitaron el relox y dinero que tenia consigo el sombrero, Levita, chaleco, tirantes, Pañuelo del cuello y por ultimo le arrancaron hasta la camisa a pesar de hallarse muy inmediatos dos oficiales Ingleses que estuvieron mirando todo con la mayor indiferencia: que viendo el declarante que iban a despojarle a un del Pantalon hizo un esfuerzo y libertandose de entre las crueles Garras de aquellos Verdugos salió a la calle en la disposiciónindicada: que Segun le contaron despues, dos Soldados Ingleses quisieron dispararle por la espalda mas hallandose una Vecina en el Balcon de su casa acompañada de tres oficiales de la misma Nacion a quienes dixo que era su hermano, entonces fué quando mandaron retirar los fusiles: que declarante todo despavorido y sin saber lo que se hacía entró en el primer Zaguan que vio abierto y habiendo subido a la segunda habitacion le dieron unas mujeres una Camisa gruesa y una chupa vieja: que al instante pasó a refugiarse a la casa referida donde vió a los Oficiales Ingleses quienes habiendo salido afuera se quedó tambien tan expuesto como los demás: que en efecto entraron en ella los Soldados Ingleses y Portugueses en seguimiento de Dn. Alexandro Montel a quien habiendole agarrado en la sala le pedían dinero, diciendole que sino iban a matarle: que el declarante oía desde la Cocina los tristes clamores de los hijos de dicho Montel que gritaban “Ay que van a matar a mi padre” quando en esto sintiendo que se dirigian a donde el estava a fin de salvar su vida que poco antes la vió tan expuesta tubo por único remedio el saltar de la primera habitación al patio y meterse dentro del común donde se mantubo por espacio de tres horas oyendo los lastimosos ayes y tristes suspiros de las infelices mugeres que quedaron en la primera habitacion a quienes dispararon en la sala por cinco veces.

A la noche se aumentó extraordinariamente el desorden y se emborracharon los soldados en términos que opina el declarante que si los Franceses se hubiesen baxado del castillo los hubieran pasado a cuchillo como lo notó en quatro soldados Ingleses asistentes de un capitan que se alojó en su casa los quales se embriagaron completamente y quisieron forzar a varias muchachas que se refugiaron a casa del testigo por igual causa, y lo hubieran conseguido a no haber subido a los gritos tres oficiales Portugueses que hicieron retirar a dichos soldados: que en aquella noche no se oian más que ayes y lamentos de mugeres que eran violadas y que la mañana siguiente primero de Septiembre viendo que seguia el desorden y desenfreno resolvió salir de la ciudad como lo hizo a las dos de la tarde tan despavorido que ni cuidó de su muger e hijo que salieron sin duda despues.

Ademas de que el testigo habiendo vuelto a entrar en la ciudad el día tres de Septiembre por si podía sacar alguna cosa de su casa vió a unos Ingleses dar fuego a la casa consistorial aplicandole desde la Alhondiga sobre la qual se hallaba el Archivo: que quando se incendió este edificio les vió salir a la Plaza y hacer demostraciones de alegria por lo que veían. Este exemplar y el haber notado el día anterior desde afuera y tambien el siguiente quatro que prendian fuego casas a quienes no se comunicó por las inmediatas ya incendiadas y que aparecia en partes distintas le convencen que toda la parte de la ciudad que se preservó del incendio de Julio fue quemada por los aliados quienes conservaron solamente las casas que ocuparon al pie del Castillo: que en prueba de ello la casa Aduana que habiendose quemado toda la cera de enfrente del muelle se hallaba sana, se la vió arder el cinco o seis de Septiembre. Al quarto dixo que se remite a la contextacion que ha dado al capitulo precedente añadiendo que el mismo vió a los Ingleses que incendiaron la casa de la ciudad y ha oído tambien a otros que se valían de un palo o caña hueca embreada o barnizada con algun mixto la qual teniendola en la mano los Soldados despedia desde el hueco de la punta un fuego vivisimo que se esparcia a los quatro costados del edificio en cuyo centro se colocaban los incendiarios y era tan activo y pegajoso el tal fuego que al instante prendia en todas partes: tambien añade lo que notó la mañana del primero de Septiembre que la manzana de casas que comprenden parte de la calle de Escotilla del Puyuelo de la Carcel y Mayor vino a quemarse por los dos extremos a un mismo tiempo lo que denota que no vino el fuego por comunicación de la que se incendió primero en la calle Mayor sino que a un tiempo mismo se dió fuego por los dos lados.

Source: http://www.euskomedia.org/aunamendi/45908/144169. Also see: http://blogs.diariovasco.com/BICENTENARIO/2

http://www.youtube.com/watch?v=ZoIHeit3yOE

 

Comments
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